lunes, 11 de noviembre de 2013

MÁS PUÑALÁS DA EL HAMBRE


MÁS PUÑALÁS DA EL HAMBRE




  Hace unas semanas, salía a la luz pública la resolución del Ministerio del Interior de sustituir las alambradas de espino de la frontera de Melilla por unas nuevas, más efectivas con terminaciones en cuchillas. Según su portavoz, estas estaban destinadas a disuadir a los inmigrantes de saltar dicho paso.

  Cuando aún estamos llorando y avergonzándonos por la tragedia de Lampedusa, donde se estipula que fallecieron más de 200 inmigrantes en sus aguas, la solución que aporta este gobierno es acuchillar y desgarrar a quien se atreva a atravesar nuestras fronteras sin permiso.

  ¡ Buen sistema ¡ Poner alambres prohibidos para el ganado y la fauna salvaje, pero permisiva en las personas. A fin de cuentas ¿ qué son ?... Muertos de hambre buscando una vida mejor, un futuro, una seguridad.

  Llevamos años criticando, despreciando, escandalizándonos por la muralla que Israel ha levantado para separar los estados Palestinos, horrorizándonos por sus fronteras tercermundistas, por el trato inhumano que ejercen a sus vecinos… ¿ Y nosotros qué ?.

  Somos muy buenos, muy simpáticos, alegres y hospitalarios, pero si quieres venir aquí sin nada que ofrecernos, sólo tus manos para trabajar, te recibimos a puñaladas ¿ qué más quieren ?

  Es irónico que en una época en que nuestros hijos e incluso nosotros mismos estamos emigrando intentando conseguir la estabilidad perdida, se separen ambas situaciones demonizando al pobre y achacando a su persona el robo a manos llenas de bancos, especuladores y multinacionales a nuestras arcas.

  Pero, qué despiste, esto según nuestra excelentísima ministra de trabajo es una movilidad exterior transitoria….

  Y como siempre pasa, se esconderá la noticia, se manipulará, se elevarán algunas voces a las que no se dará difusión y la alambrada permanecerá en su sitio, desmembrando sueños y quitando vidas.

  Pero como decía en el título emulando a Manuel García “ El Espartero “, ¡ Más puñalás da el hambre ¡ y la necesidad de una vida mejor no se disuade con cuchillas y alambres, sólo las ayudas, la educación y la estabilidad pueden cambiar el curso de las migraciones.


  Quién sabe si con el tiempo seremos nosotros quien busquemos un mundo mejor….