lunes, 16 de diciembre de 2013

EL QUINTO PODER


EL QUINTO PODER

  Vuelvo a caminar por estos lares, andaba perdida en mi mundo de desastres, poniendo en orden mis abalorios y sobre todo mi vida.

  Intento fijar pilares, encontrar nuevas salidas y comenzar de nuevo. Busco ilusiones cual adolescente y en mi horizonte hay esperanzas nuevas.

  Quiero justificar mi ausencia, seguro que no me habéis echado en falta, ya se encargan mis compañeros de mantener la llama de la indignación viva, de mostrar las verdades al mundo y desvelar los fines de esta casta política que nos gobierna. Puro despropósito mercantil a costa del pueblo llano.

  Hoy mi escrito no deriva en criticar al poder político, todos tenemos ojos y oídos, mi queja se forja en otro poder, el mediático. Le llaman el quinto, el poder de la información.

  Cada día me sorprende más lo que veo en los informativos, pero lo que se lleva la palma son esos programas de investigación ¿policial?, con aires de puro sensacionalismo que lo único que hacen es desinformar y fomentar el odio y la desconfianza al diferente.

  Programas de estos, infinitos; pero el que terminó por llevar mi indignación a niveles que desconocía fue el que se emitió el viernes noche en “EQUIPO DE INVESTIGACION”. La sexta con este programa se ha columpiado pero bien. No entiendo como se ha rebajado a esos parámetros, yo creía que la mentira y el sensacionalismo no entraba en sus proyectos.

  No voy a criticar el contenido, que es vergonzoso, sino las formas.

  ¿Cómo permiten fomentar el miedo y el odio al musulmán?

  Filmar a personas que van a su rezo diario en un local, sótano o piso, ya que no les permiten edificar una mezquita en ningún sitio y paralelamente poner imágenes de los atentados a las Torres gemelas ¿es o no es, manipular la información?

  Imaginemos a católicos entrando a una iglesia y emitamos imágenes de curas abusando de niños… ¿No estaríamos enviando un mensaje subliminar de que todos los católicos son o permiten la pederastia?

  Señores, la inmensa mayoría de los musulmanes son trabajadores cuyo único delito es ser creyentes y tener la obligación del rezo diario. Su mayor pecado es buscar la forma de mantener a su familia y cuando nos saludan con un “Salam ailekum” nos están deseando paz para todos; tal vez, nosotros deberíamos desearnos un poco más de armonía y menos odios.

  ¿Qué clase de periodismo es abordar a una persona en mitad de la calle, bombardeándola a preguntas que apenas entiende?

  Si en verdad fuera un delincuente ¿dejaría que entraran a filmar en su negocio?

  ¿Cómo engañan al público diciendo que el terrorismo se financia con estos desgraciados?

  ¿Qué pretendemos con esta forma de periodismo?

  ¿Por qué no se dedican a buscar a los fabricantes y grandes suministradores de falsificaciones?

  ¿Nos cebamos con el vendedor, el mantero y no miramos a quien en verdad se está enriqueciendo?

  Y las grandes marcas, ¿qué?

  ¿Por qué no enseñamos dónde fabrican, los costes y las ganancias de cada producto?

  ¿No es delito la usura y la explotación obrera?

  Campos de investigación hay muchos, entretener al populacho con cuatro porteadores que traen y venden hogazas de pan de Marruecos para sacarse algún que otro euro y darle la espalda a las mafias del contrabando, que están a la vista, que no se esconden…

  ¿Es eso investigación? Eso es ¡CHAPUZA!

  Como chapuza es permitir la mordaza que impone el gobierno con sus nuevas leyes sobre protección.

  ¿No hablamos de un poder inmenso el de la información? Pues deneguémosles ese derecho. Si los medios hicieran un vacío total a cualquier acto político, a toda declaración pública de nuestros gobernantes y seguidores puedo asegurar que otro gallo cantaría.

  Pero parece que o no les importa o el miedo aprieta las ligaduras.

  Señores, todo está perdido, ahora sólo queda volver a conquistar lo que La Constitución nos da por derecho.


  Empecemos la lucha.

lunes, 11 de noviembre de 2013

MÁS PUÑALÁS DA EL HAMBRE


MÁS PUÑALÁS DA EL HAMBRE




  Hace unas semanas, salía a la luz pública la resolución del Ministerio del Interior de sustituir las alambradas de espino de la frontera de Melilla por unas nuevas, más efectivas con terminaciones en cuchillas. Según su portavoz, estas estaban destinadas a disuadir a los inmigrantes de saltar dicho paso.

  Cuando aún estamos llorando y avergonzándonos por la tragedia de Lampedusa, donde se estipula que fallecieron más de 200 inmigrantes en sus aguas, la solución que aporta este gobierno es acuchillar y desgarrar a quien se atreva a atravesar nuestras fronteras sin permiso.

  ¡ Buen sistema ¡ Poner alambres prohibidos para el ganado y la fauna salvaje, pero permisiva en las personas. A fin de cuentas ¿ qué son ?... Muertos de hambre buscando una vida mejor, un futuro, una seguridad.

  Llevamos años criticando, despreciando, escandalizándonos por la muralla que Israel ha levantado para separar los estados Palestinos, horrorizándonos por sus fronteras tercermundistas, por el trato inhumano que ejercen a sus vecinos… ¿ Y nosotros qué ?.

  Somos muy buenos, muy simpáticos, alegres y hospitalarios, pero si quieres venir aquí sin nada que ofrecernos, sólo tus manos para trabajar, te recibimos a puñaladas ¿ qué más quieren ?

  Es irónico que en una época en que nuestros hijos e incluso nosotros mismos estamos emigrando intentando conseguir la estabilidad perdida, se separen ambas situaciones demonizando al pobre y achacando a su persona el robo a manos llenas de bancos, especuladores y multinacionales a nuestras arcas.

  Pero, qué despiste, esto según nuestra excelentísima ministra de trabajo es una movilidad exterior transitoria….

  Y como siempre pasa, se esconderá la noticia, se manipulará, se elevarán algunas voces a las que no se dará difusión y la alambrada permanecerá en su sitio, desmembrando sueños y quitando vidas.

  Pero como decía en el título emulando a Manuel García “ El Espartero “, ¡ Más puñalás da el hambre ¡ y la necesidad de una vida mejor no se disuade con cuchillas y alambres, sólo las ayudas, la educación y la estabilidad pueden cambiar el curso de las migraciones.


  Quién sabe si con el tiempo seremos nosotros quien busquemos un mundo mejor….

jueves, 24 de octubre de 2013

¿A QUIEN PICAMOS HOY?


¡TE TOCÓ SR. WERT!


¡Ay, Wert, wert, wert!

  Debes sentirte orgulloso de haber conseguido movilizar en tu contra a toda la población estudiantil, profesores y padres; eso no lo consigue cualquiera ( perdón, no quiero pecar de olvidadiza, la excepción de los colegios religiosos, me da que pensar ).


¡Ay, Wert, Wert, Wert!


  ¿Esgrimirás tu portentosa sonrisa para quitar importancia a esta movilización?. Vas a tener que enseñar muchos “dientes, dientes” para hacernos ver que te importa un pito lo que pensemos.


¡Ay, Wert, Wert, Wert!


  A ver si te enteras de que la gente no es tonta, en estos años hemos podido estudiar, formarnos, nos han brindado la capacidad de poder discernir el engaño, nos han regalado el don del conocimiento, eso que tu pretendes limitar solo a pudientes y excelentes.


¡Ay, Wert, Wert, Wert!


  ¿Pondrás tu cara de pocker, de quien no sabe por qué le maldicen, recriminan e insultan?. Mucha experiencia tienes, la vaselina debe cubrir tu orgullo, no he visto a nadie que le resbale más lo que piensen y digan de el.


¡Ay, Wert, Wert, Wert!


  No acuses de huelgas políticas cuando tú y solo tú, politizas la enseñanza. No hace falta que españolices a nadie, somos los españoles los que no queremos tus ideas y leyes antidemocráticas.


¡Ay Wert, Wert, Wert!


  Tú que tan religioso eres, concédete un poco de humildad y reconoce que todos no van en dirección contraria, eres tú el que ha cogido el carril equivocado, da marcha atrás con tus imposiciones.


¡Ay, Wert, Wert, Wert!


  Eres tú y solo tú quien sobra en la comunidad cultural y educativa, deja a los que de verdad conocen que necesita nuestra sociedad y nuestros hijos en materia de educación, modificar las leyes. Seguro que mirarán más allá de sus ombligos y crucifijos para ofrecer un sistema acorde a nuestras necesidades.



Así que…. ¡Sr. Wert…. Vaya a rascarse a otra parte!

martes, 22 de octubre de 2013

MOTIVOS


MOTIVOS


  Cuando el tiempo se detiene en tu horizonte y ves pasar las escenas cotidianas como algo ajeno a ti, empiezas a preguntarte y a cuestionarte el sistema que mueve el mundo.

  Desde el momento de la concepción, todo gira en un rol determinado, tu sexo, raza, color, estatus o religión va marcando los pasos que debe dar tu vida, envuelven tus anhelos e interrogantes en un tupido velo que engaña nuestros sentidos y no nos deja ver más allá de nuestras narices.

  Es divertido y penoso a la vez, escuchar a individuos defender y ensalzar políticas de restricción culpando a la sociedad de su decadencia, expoliando lo que tanto costó construir, destruyendo los ladrillos de la solidaridad y la igualdad.

  Soy mujer por la gracia de Dios o del destino, tengo en mis manos el poder de dar la vida, pero también el derecho a decidirlo, mi naturaleza me hace ser racional ante la injusticia, desgarra mis entrañas ver la pobreza crecer ante mis ojos, indigna mi alma escuchar a mentecatos defender los nacionalismos culpando al extranjero de nuestras desgracias.

  Veo la muerte campar a sus anchas en el camino del oprimido, sus alas apuñalan al pobre no sin antes arrebatarle su dignidad y sus sueños.

  Miramos a otro lado al pasar junto al mendigo, escapando de su mirada vacía o simplemente de nuestra sensación de culpa.

  Permanecemos ciegos, sordos y mudos ante el mundo, levantamos barreras y muros al que busca esperanza, robamos riquezas y despreciamos a las personas, defendemos la hipocresía dando la espalda a la realidad.

  Miro por la ventana de mi cárcel, que impide mover mis manos, no deja que mis pasos avancen pero no consigue acallar mi voz.

  Y grito, grito a los cuatro vientos pidiendo el despertar de la gente, grito a las consciencias dormidas que reaccionen y vuelvan a la realidad, grito llamando a la lucha, la lucha de la solidaridad y la justicia.

  La palabra es mágica, tiene el inmenso poder de mostrar las verdades; la palabra denuncia y condena, muestra los hechos y no se deja acallar con mentiras.

  Tenemos motivos para no aceptar la imposiciones; motivos para levantarnos y exigir que nos devuelvan lo esquilmado.

  Quiero mi sanidad, mi educación y mi justicia, ningún gobierno es quien para quitármelo; quiero mis sueños y mis esperanzas, tener mis proyectos y poder llevarlos a cabo.


Mil motivos tengo para no permanecer callada. ¿Los tienes tu?.

martes, 24 de septiembre de 2013

CIEGOS, SORDOS Y AUTÓMATAS




A veces tienes la necesidad imperiosa de contar al mundo todas tus inquietudes y estas se atrincheran en un lugar de tu garganta y se niegan a salir.

Esa misma sensación se percibe en las calles, la gente pasa mirando al vacío, desvía sus ojos ante la miseria creciente, se autoengaña aceptando su cada vez más reducido salario y se empeña en reprimir sus ganas de lucha.

En parte, creo que el sistema ha ganado esta batalla, ha conseguido insertar en las mentes el conformismo y la resignación. De forma machacante y sigilosa, ha logrado su objetivo: Convencer al mundo de que otra forma de vivir es imposible.

Pensando en esto, viene a mi memoria esas escenas de películas futuristas en las que la sociedad se mueve como una marea compacta en simbiosis a una dictadura.

Pero siempre hay un resquicio, siempre hay otra opción a la que agarrarse, otro sueño diferente que rompe las cadenas ante la opresión.

Se les intenta criminalizar, los reductos de resistencia son tachados de antisistemas, peligrosos, charlatanes de utopías que quieren arruinar la sociedad actual e incluso se les califica en algunos medios de “terroristas”.

Según mi diccionario particular, terrorismo es amenazar al trabajador con un despido si no acepta las condiciones abusivas del empresario.

Terrorismo es retirar las tarjetas sanitarias a más de 800.000 personas dejándolas al amparo de la caridad de unos pocos médicos.

Terrorismo es recortar en educación masificando las aulas, reduciendo el profesorado, retirando becas, fomentando la educación en colegios privados, católicos y segregacionistas.

Terrorismo es abandonar a su suerte a los dependientes, negándoles sus ayudas de integración y calidad de vida.

Terrorismo es retroceder en libertades negando el derecho a decidir, volviendo a encauzar la vida de las mujeres al lecho del hogar.

Terrorismo es negar la justicia a quien no tiene recursos para defenderse.

Terrorismo es engañar al incauto robando sus ahorros invirtiéndolos en preferentes.

Terrorismo es hacer pagar medicamentos a quien sólo tiene una mísera pensión para subsistir.

Terrorismo es negar ayudas a quien no tiene ningún ingreso, desahuciándolos de su hogar y haciendo de ellos parias de la sociedad.

Y para más INRI (no se me ocurre otra palabra que lo defina mejor), contemplo día a día esos personajillos que dicen ser ministros, alcaldes, concejales, presidente y patulea, regodeándose ante la prensa del buen trayecto de sus gestiones, de sus brotes verdes y sus loas a la Virgen y santos competentes y me pregunto….

¿Hasta cuándo va a soportar la sociedad el mandato de esta panda de inútiles?

¿Seguiremos con las anteojeras incrustadas para impedirnos ver otros horizontes?

Yo me pregunto y vuelvo a sentir el nudo en la garganta…


martes, 17 de septiembre de 2013

¿A QUIEN PICAMOS HOY? RECORDAMOS A ANA...



¿A QUIÉN PICAMOS HOY?
RECORDAMOS A ANA…


  Como miembro honorífico de esta segunda entrega, estuve barajando un número no pequeño de elementos importantes, pero los acontecimientos de esta pasada semana, me han puesto en bandeja (por no decir a huevo) tratar con toda mi verborrea la vida, obra y consecuencias de tan prolífero personaje.

  No voy a ahondar en la herida, que ya no sangra; rezuma; del inestimable papel ocupado por Anita ante el COI; sobran las palabras. Prefiero centrar mi comentario en sus méritos personales, sus silencios intencionados y sus actuaciones como alcaldesa.

  ¿Quién es Ana Botella?

  Como esta señora no ha sido, ni será, santo de mi devoción, he recurrido como todo hijo de vecino a nuestro inseparable Google para leer su biografía.

  Abro su currículum y he aquí lo que encuentro:

-Licenciada en derecho por la Complutense de Madrid.
-Funcionaria del Estado, ocupando un puesto en el Cuerpo Técnico de Información y     Turismo. Pasando posteriormente a la Administración Pública (Ministerio de Obras Públicas, Ministerio del Interior y Ministerio de Hacienda).
-En 2003 es elegida Concejala en el Ayuntamiento de Madrid y nombrada 2ª Teniente Alcalde.
-Escritora.

  Como su carrera política ya la conocemos todos de buena mano (ya se ha encargado ella de pregonarla a los cuatro vientos), no voy a perder tiempo en relatarla, aunque lo que mejor refleja su locuacidad e integridad en sus ideas, es haber sido Presidenta de Honor Internacional de la Asociación Mensajeros de la Paz, mientras apoyaba y defendía la invasión de Irak.!!!!! Ahí queda eso !!!!!

  Después de leer esto ¿qué es lo primero que me viene a la cabeza?, pues que si uno de mis hijos decide estudiar Derecho, desde luego no va a la Complutense, veanse los resultados.

  Seguimos leyendo su currículum y veo atónita que incluye como méritos su capacidad como escritora; supongo que su discurso sobre peras y manzanas, fue meditado, reflexionado y analizado detenidamente “A relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor”.

  ¿Qué podemos esperar de Ana Botella?

  Tras haber leído y releído su inestimable biografía; ya que ante tal cúmulo de méritos mi cabeza no daba para más; empiezan a encajar las piezas de la lógica y la incógnita del rumbo de este herido país, comienza a vislumbrar las respuestas. Ahora me explico como hemos llegado a este desastre, con estos funcionarios públicos (porque eso sí, ellos cobran del estado, faltaría más) llevando la Administración del Estado, me sorprende que aún estemos con el agua al cuello, pienso que es cuestión de tiempo que la situación nos ahogue y nos cubra en la miseria. No hay más que ver el desmantelamiento de la sanidad y la educación, sin olvidar la justicia, favoreciendo a las empresas privadas su mantenimiento y administración.

  ¿Qué futuro le espera a Ana Botella?

Desde luego su inestimable labor como Alcaldesa será un punto a tener en cuenta en su futuro.

  Sus maravillosos silencios, desplantes, escapadas para relajarse en los SPAs , sus idas y venidas a la peluquería con escoltas, su capacidad de autocrítica y asumir consecuencias a su buena gestión harán de ella una buena candidata a la reelección de la alcaldía.


  Así que esperando las próximas elecciones municipales, ya que su renuncia sería inaudita, animo a los madrileños y madrileñas que vayan sacando brillo a las punteras de sus botas, para que la patada en el trasero a esta señora, tenga todo el “glamour” que se merece.

sábado, 31 de agosto de 2013

LA IGNORANCIA DE UNA MADRE



No voy a escribir de política internacional, porque soy parca en conocimiento.

No pienso rebatir los discursos anquilosados pregonados al calor de la prensa.

No puedo aportar datos de algo que me es ajeno.

No voy a caer en la trampa de creerme más de lo que soy.

Pero si puedo hablar de dolor, de miedo, de desconcierto, de desaliento, de desesperación.

Puedo hablar con el conocimiento que nos da el recuerdo, la historia es un vaivén de acontecimientos que se repiten en el tiempo, ritmicamente, acompasándose y el final siempre es el mismo; horror, tragedia y muerte.

Recuerdo cuando por primera vez contemplé La Piedad de Miguel Ángel; me impresionó la expresión de dolor y resignación de esa madre, esa pregunta impresa en el rostro, ese ¿por qué? que te devora el alma. Y heme aquí viendo día tras día la misma imagen en las noticias, sintiendo la tragedia en la distancia, rozando el miedo con la mirada.

¿Hay justicia en el mundo?, mil muertes me desearía antes de ver sufrir a mis hijos e imagino y siento el desgarro y el sufrimiento.

Escucho comentarios y sentencias, amenazas de intervención y guerra, enalteciendo la solidaridad extranjera. ¿Solidaridad con el pueblo Sirio?.

Les acusan de emplear armas químicas, armas que se fabrican en los países interventores y que previamente han sido vendidas a estos.

¿Qué hipocresía es esta? Sancionemos a quien fabrica muerte y la comercia; sancionemos a los que se enriquecen con la tragedia ajena; sancionemos a quien miente y no le importa esquilmar a un pueblo en beneficio propio.

Ya vivimos una guerra cimentada en mentiras, vimos un pueblo sucumbir ante la promesa de la libertad que sólo ha traído más de un millón de muertos. Un país arrasado y sumido en la desgracia, enfrentado en una guerra civil encubierta.

¿Y quieren repetir lo mismo? Mil formas hay para evitar esto.

Así que abrazando mi ignorancia, pero aceptando la experiencia que la vida me ha marcado, uno mi voz a los de tantos y grito un NO A LA GUERRA con todas mis fuerzas.

El dolor no remite con más dolor, sólo lo silencia y tengo fe en la cordura y la solidaridad ante esta locura.

Es  la voz de una madre. Una de tantas…

martes, 13 de agosto de 2013

¿A QUIEN PICAMOS HOY? RECORDAMOS A MARIANO...

¿A QUIÉN PICAMOS HOY?
RECORDAMOS A MARIANO

  Llevo demasiado tiempo mirando desde fuera lo que acontece en el mundo, siento que no va conmigo. He querido desempolvar el manto de la indiferencia y me he cubierto con su grosor impenetrable, cerrando los ojos a los acontecimientos.

  Necesitaba descanso, la indignación va royendo las entrañas y consigue su objetivo, que la desidia invada tu mente, dejando las ideas en el olvido; nada es importante, el horizonte se vuelve inalcanzable y los proyectos mueren antes de haber nacido.

  Pero como todo tránsito tiene una meta y las crisálidas fecha de caducidad, aquí me veo, bolígrafo en mano, dispuesta a renacer de mis cenizas, cual Ave Fenix.

  Hoy, cuando en el calendario hay una señal que me recuerda que cumplo años (no penséis que voy a decir cuantos), me hago la firme promesa de comenzar mi particular cruzada, sin aspavientos ni grandes expectativas; tan solo provocar pequeñas urticarias, de esas a las que no se les da importancia, pero las sientes en cada instante por sus molestias y picores.

  Así en esta nueva etapa, intentaré pasar por todos esos momentos dignos de recordar y sobre todo denunciar. El olvido es terrorismo a la vida y esta, se merece algo más que indiferencia.

  Entono el "Mea  Culpa" e intentaré redimirme con mis palabras.

  Empieza la saga:

¿A QUIÉN PICAMOS HOY?...

  Como no podía ser de otra manera, el primer personaje merecedor de estos escozores, debe ser nuestro loado y escurridizo presidente del gobierno Mariano Rajoy, también conocido como "Marianico, si lo hice no me acuerdo", medallista olímpico en mentiras y esquinazos, sin olvidar las menciones a sus muecas y expresiones ojipláticas.

  No hay mayor honor para el que ha conseguido retraer o mejor dicho retrotraer épocas olvidadas a nuestro día a día.

  Quien ha conseguido volver a poner a la clase obrera donde nunca debía haber salido, en la indigencia.

  Quien ha favorecido a las grandes empresas, regalando la salud del populacho.

  Quien intenta devolver a las mujeres a su sitio natural.... Las cocinas!!!

  Quien amordaza a sindicatos, oposición y periodistas.

  Quien levanta cortinas de humos para ocultar sus mierdas.

  Quien mutila, esconde y manipula resultados en sus discursos.

  Quien besa anillos enalteciendo ideologías retrógradas a costa de libertades e igualdades.

  Quien se ha vestido de poder, ocultando a sus votantes la verdad de su mandato.

  Quien se inclina ante la Troika dejando que ninguneen al pueblo, favoreciendo
  la emigración de nuestros hijos, regalándoles nuestro futuro en forma de mano de obra barata.

  Quien como dijo nuestro gran Quijote: Siempre los ricos que dan en liberales, hallan quien canonice sus desafueros y califique de buenos, sus malos gustos.

  Así que como "cada uno es hijo de sus obras", decirle al señor Mariano que no se preocupe, que sus equivocaciones y desaguisados, no quedarán en el olvido.

  Así se le recuerde....

lunes, 6 de mayo de 2013

LOS MISERABLES

  El estupor me invade con esta cifra 1.108 Mll de €. Cifra con la que despojan DEPENDENCIA. En otras palabras, la desmantelan; se quitan de en medio esa responsabilidad de ayuda, o mejor, de obligación a cuidar esa panda de tullidos, retrasados, viejos, enfermos... Eso olvidados cuyo único lugar siempre ha sido el deambular en la puerta de una iglesia, buscando la caridad y las sobras de los pudientes.

  Estos que nos gobiernan a golpe de decretazo, que sólo saben decapitar un sistema surgido en un concenso popular, que arrasan con despotismo, envenenan las simientes y aseguran un caldo de cultivo precario que amordace las ideas y entierra las esperanzas de esa gente que un día soñó con una vida digna, segura, independiente.

  Volvemos a esas súplicas, a enterrar los sueños de las mujeres, dejándolas abandonadas a esa suerte que es la vida sin opciones a decidir el lugar que quieren ocupar.

   Veo surgir esa marea de miserables, que avanza lenta e inexorable al olvido. La soledad del necesitado, abandonado a su suerte, golpeado en su dignidad y en su orgullo.

  Nos bombardean con reproches, culpando a la clase trabajadora de las desgracias. Esquilman nuestros anhelos y nos exprimen con un discurso banal, basado en el miedo y en la culpa.

  Mientras, en otras esferas, se jubilan  con honores y millones en sus cuentas. Se especula con la tierra. Se idolatra a usureros, llenando las arcas de los bancos. Se financian guerras. Regalan nuestro patrimonio a la curia eclesiástica, se les da privilegios y voz de mando ante la sociedad aconfesional, que ve con estupor como nuestra Constitución es manipulada, vapuleada y despreciada.

   Señores; nos quitan nuestros derechos, abandonan a su suerte a nuestros discapacitados, nos condenan a una vejez precaria, sin ayudas....

  ¿Vamos a permitir que nos roben nuestro futuro?

viernes, 26 de abril de 2013

RECUERDOS DE UNA HUIDA




LA RECOGIDA

  Aún recuerdo esa mañana de domingo….

  Me despertaron los gritos de mi madre, cogiendo todo lo que encontraba en su camino. Mi padre, menos nervioso, trataba de calmarla e iba tras ella ayudándole en su afán de recogida.
  Me extrañó ver el Sol tan alto, hacía tiempo que no dormía tanto y me levantaba a tan altas horas. Dije para mis adentros - !Bien, hoy no hay trabajo!- Cuán equivocado estaba…
  Di un salto y comprobé que mis hermanos seguían durmiendo en medio de aquel caos y esquivando sus cabezas cogí la ropa y empecé a vestirme.
  A pesar de mi corta edad, ya había visto y luchado mucho en la vida, pero no era nada para lo que me deparaba al cruzar el umbral de la puerta del dormitorio.
  La primera imagen que permanece en mi memoria es la negra y larga melena de mi madre totalmente volcada sobre unos fardos. Al escucharme, volvió la cabeza y pude ver ese rostro que tanto amaba, limpio de esas arrugas que más tarde surcarían su cara.
  Me sonrió a pesar de las lágrimas que inundaban sus ojos y no tuve más remedio que acercarme y ofrecer mi cuerpo para recibir su abrazo.
  ¡!Dios!!, como puedo guardar ese recuerdo, esa sensación, ese olor…
  A pesar de la embriaguez del momento, dirigí la mirada al rincón donde estaba mi padre, totalmente ajeno a lo que acontecía, ensimismado, más aún hipnotizado con la voz que salía de la radio.
  Años más tarde, comprendí la preocupación y el miedo que contenía su mirada al escuchar el discurso del general Queipo de Llano amenazando a los malagueños con su inminente llegada.
  El transcurso del día se pierde en mi mente, quedando algunos trazos de él, parece que el recuerdo ha querido poner un tupido velo en mi memoria. Sólo empieza a vislumbrar la luz, justo cuando el día se va apagando, al atardecer.

COMIENZO DE UNA HUÍDA

  Ya habían cargado todos los bultos en la borrica; pobre Manuela, siempre tan dispuesta a llevar las cargas de nuestra vida; mi madre con el bebé en brazos, el pequeño Salvador, que en el transcurso de nuestro viaje, haría honor a su nombre. Mi padre con la pequeña María sobre los hombros, dormitando, apoyada en su cabeza y mi hermano Antonio cogido al cinturón de su pantalón, con cara de disgusto al ver que dejábamos nuestro hogar.
  Yo marchaba tras ellos, tirando de la borrica, una responsabilidad enorme, ya que en ella iban los pocos recuerdos y bienes que poseíamos. A mis ocho años, era un privilegio sentirme útil, bastante carga tenían con mis hermanos.
   Comenzamos la marcha al cerrar la puerta de nuestra casa y nos unimos a la gran comitiva que pasaba huyendo de la ciudad.
  A pesar de que la noche ya empezaba a cubrir los campos, cada vez se incorporaban más peregrinos a nuestro andar. Mi primer pensamiento fue que salíamos de romería, pero al ver el silencio que acompañaban nuestros pasos, dejé esa idea marchar de mi mente y sentí el frío de la incertidumbre en mi interior.
  Caminamos toda la noche; sin paradas; iluminados por los candiles que cargaban nuestras monturas, solo el llanto de algunos niños y el crujir de las ruedas de los carros, se unían al rumor de las olas que nos acompañaba.
  El tiempo dejó de estar presente y sólo cuando la luz del alba empezó a inundar el horizonte, fui consciente del cansancio y dolor de pies que me invadía.
   Miré al frente y distinguí la solemnidad de mi padre, ya con mi hermano en brazos, aterido de frío, María aún en sus hombros y mi madre apoyada en él con paso vacilante.
  Creo que se dio cuenta de mi mirada, porque en ese momento se volvió y preguntó:
-         Pepe, ¿cómo lo llevas?
  Le puse la mejor de mis sonrisas y contesté:
-         Bien papá, no te preocupes, lo tengo todo bajo control.
  Inclinó su cabeza asintiendo y creo que analizando el lugar en el que estábamos y viendo que el Sol empezaba a subir por el horizonte, decidió que abandonáramos el camino y ascendimos por una ladera en dirección a unas cuevas situadas cerca de allí.
  Nos instalamos como pudimos, ya que no fuimos los únicos que decidimos parar, sacamos algunas viandas de los fardos de Manuela y después de devorar todo lo que cayó en nuestras manos, el cansancio empezó a hacer mella en mi; ni siquiera el dolor de las ampollas que se habían formado en mis pies, impidió que cayera en un profundo y oscuro sueño.

EL BOMBARDEO

  Sentía el balancear de las olas y como los truenos  de la tormenta, mitigaban el clamor del mar, creí distinguir los destellos de los relámpagos… y en ese instante desperté ante la insistente llamada de mi madre.
  Quedé un tanto descolocado, no sabía donde me encontraba y el fuerte ruido que llegaba de afuera, no ayudaba mucho. Poco a poco pude ubicarme y sin hacer preguntas, agarré a mis hermanos y nos adentramos en la gruta todo lo que pudimos.
  El sonido era ensordecedor, apagaba los gritos y llantos de los niños; hacía que el pánico se apoderase de nosotros y sólo cuando ví aparecer el semblante de mi padre ante nosotros, fui capaz de preguntarme, qué estaba pasando.
  Sin pensarlo me tiré a su cuello, cosa que imitaron mis hermanos y así, abrazados, quedamos durante todo el tiempo que duró el atronador ruido.
  Pasaron horas, aunque parecieron años, sumidos en ese infierno. Permanecí con los ojos cerrados, temeroso ante lo desconocido, tragándome las lágrimas que el miedo provocaba y ordenando las pocas oraciones que a mi corta edad había aprendido.
  Y sin razón alguna, de la misma forma en la que comenzó, cesaron los truenos, el Apocalipsis dio paso a ese silencio aterrador en el que los latidos del corazón se adueñan del pensamiento. No veíamos nada, habíamos dejado todas nuestras cosas en la entrada de la cueva y sólo un pequeño mechero de gasoil iluminaba de vez en cuando el habitáculo dando forma a la estancia.
  Mi padre comenzó a moverse, sentí sus manos separando mis brazos de su cuerpo y susurrando, con temor a levantar la voz, se dirigió a mi madre:
Antonia, tengo que salir y ver la situación, no podemos quedarnos aquí eternamente   Asintiendo, mi madre le agarró de la mano, le dio un débil beso y le dejó ir. Sólo tardó unos minutos en volver, portaba un candil encendido, que hizo iluminar nuestras esperanzas, pero la expresión de su rostro nos trajo a la cruda realidad.
-         Pepe, ¿qué has visto?, contéstame, ¿y Manuela? – preguntó mi madre
  Sólo ví como movía la cabeza de un lado para otro, eso me bastó para comprender que no volvería a ver a mi vieja y testaruda amiga. No me atreví a preguntar, intenté pensar que estaba equivocado y no quise pensar en ella, ya lo haría en otro momento, allí no había tiempo.
  Con la voz desgarrada contestó:
-         Cae la noche, es hora de ponernos en marcha, y… Antonia, tenemos que ser fuertes, no sé que vamos a encontrarnos, pero ahora, en este momento, no podemos rendirnos.
-         ¿Rendirnos? – replicó mi madre - ¡ Eso nunca!.
  Por primera vez, la ví echarse el mantón negro sobre su cabeza, envolvió a mi hermanito y a ella en él y emprendió la marcha.

ESPERANZAS ROTAS

  Recuerdo la brisa del mar acariciando mi cara. Después de tanto tiempo envueltos en ese aire enrarecido que se acumula en las entrañas de la tierra; sentir el frescor de la tarde inundar tus pulmones, hace que te sientas vivo.
  No me percaté del olor que acompañaba al viento, fue con el transcurrir de las horas, cuando empezó a hacerse insoportable, casi tanto como el dolor de mis pies, ya descalzos y el hambre que atenazaba mi estómago.
  Veía la preocupación de mis padres, como con cada paso que dábamos, las fuerzas iban dando paso a la desesperación, veía gente dormida en la cuneta y mi padre siempre hacía hincapié en que los dejásemos descansar… ¡Bendita inocencia que hace ignorar las tragedias para convertirlas en un simple juego!.
  Habíamos dejado todas nuestras cosas atrás, las manos vacías llenaban nuestras necesidades, y éstas, cada vez eran más acuciantes, pero no lo suficiente para parar. Pasábamos del suelo a los brazos de mi padre sin perder un segundo, caminar bajo el amparo de la noche, era la única baza de la que disponíamos, sólo cuando el día volvió a llamar a la puerta, buscar refugio y comida volvió a ser prioritario.
  Escuché a mi padre que andábamos a la altura de Almuñécar, faltaba poco para Motril, pero no hizo caso a las recomendaciones del resto de peregrinos, decidió acampar y desviamos nuestros pasos hacia un campo de cañas de azúcar que hicieron las veces de menú y escondite.
  De ese día apenas tengo nociones, lo pasé durmiendo después de comer algunas cañas y sólo despertaba con el ruido de petardos y el llanto del bebé que como un reloj pedía su ración de leche.
  Volvió la noche llamando a la puerta y como si de una señal se tratara, volvimos a retomar el camino.
  No sé si era el cansancio, el desánimo o que la carretera se hallaba en pésimas condiciones, pero cada paso se convertía en un verdadero suplicio, mi hermano no paraba de llorar y a mi madre apenas le quedaban fuerzas; caminaba arrastrando los pies, había tenido que amarrar al pequeño con su mantón al cuerpo ya que no confiaba en la fuerza de sus brazos y la desesperación empezaba a hacer mella en su ánimo.
  Caminamos hasta bien entrada la mañana, la noción del tiempo había desaparecido, haciendo de nosotros almas vacías vagando hacia la nada.
  Y sin más, al levantar la vista, ví el río que anunciaba nuestra llegada a Motril. Cientos de personas cruzaban su cauce como bien podían, ya que en mayor o menor medida, andaban igual de maltrechos que nosotros.
  Paramos en un recodo del camino, teníamos que prepararnos para cruzar y sin motivo alguno, el pequeño Salvador comenzó a llorar y a retorcerse de tal manera que tuvimos que sacarle de su improvisada cuna en el regazo de mi madre para intentar calmarlo.
  Recuerdo el nerviosismo de mi padre, la mirada perdida de mi madre y los gritos del pequeño clavándose en mi cabeza. Veíamos a la gente pasar, y nosotros allí, parados, a un paso del respiro, de un poco de tranquilidad….
  Y de pronto se desató la locura; aún lo recuerdo como en cámara lenta, imitando a esas películas en súper ocho, que congelan la imagen para saltar a la siguiente, a trompicones.
  Una enorme ola avanzando imparable; arrastrando todo lo que se interponía en su camino, devastando vidas y sueños… Nuestros sueños.

EL REGRESO

  Oía los gritos de la gente desesperada pidiendo ayuda, y en medio de aquel desastre, ví a mi padre correr hacia el río. Durante unos minutos lo perdimos de vista, tal era el caos que se había formado. Las familias deambulaban de un lado a otro gritando, buscando a los suyos. Una mujer se acercó llamando a un tal Oscar, me abrazó desconsolada y sólo cuando mi madre la apartó de un brusco empujón, sentí el dolor inmenso que desprendía su mirada, el desconcierto ante la tragedia, la terrible oscuridad de la pena.
  Las ideas se agolpaban en mi cabeza con tal fuerza que no me percaté de la presencia de mi padre. Al parecer llevaba a mi lado un buen rato, pero la figura arrodillada, que lloraba mirando sus manos vacías nunca prendió en mi ignorancia, ni sustituyó el pilar fuerte que representaba su persona.
  Cierto es cuando dicen que tras la tormenta viene la calma. Y no se equivocan, porque la solemnidad del silencio, a veces ensordece más que el sonido más intenso.
  Recuerdo eso, silencio. Tan atronador como las bombas. Ni siquiera el pequeño Salvador quiso romperlo con su llanto, él, que a consecuencia de sus gritos había conseguido que parásemos, que interrumpiéramos nuestro andar, también callaba; tal vez en un gesto cómplice con nuestro duelo, tal vez por una misión ya cumplida.
  Mi memoria se cierra en las tinieblas, sólo una palabra consigue fijarse en ella “hogar”, volver al hogar. Cierro los ojos y me acuno en su embriaguez, en la dulzura de su seguridad, de su calor.
  Pensar en volver no fue una decisión difícil, lo que hacía imposible el retorno era el estado físico y anímico en el que nos encontrábamos. Desandar lo andado no era opción, no teníamos fuerzas, avanzar era imposible y quedarnos sólo nos condenaba a una muerte segura.
  Veo a mi madre entonar una nana para calmarnos, a mi padre buscar entre los durmientes algo que llevarnos a la boca y el recuerdo de un nombre “Norman” , que me hace volar en un rum rum  constante y me deposita en mi cama.


EPILOGO

  Este relato no es más que un reconocimiento o por qué no, un homenaje a tantos malagueños que, como mis abuelos, por miedo a las represalias del bando nacional en su entrada a Málaga, ciudadanos que en su gran mayoría no pertenecían a ninguna ideología, se dejaron llevar por el temor y por las amenazas del general Queipo de Llano y marcharon buscando la seguridad hacia Almería en la llamada DESBANDÁ por la carretera de la muerte.
  En ella se calcula que perdieron la vida entre cuatro o cinco mil personas, familias enteras, bombardeadas por los buques Canarias, Baleares y Almirante Cervera, por la fuerza aérea franquista y la artillería rebelde.
  Muchos consiguieron llegar para ver al poco tiempo como caía también Almería, otros, como mis abuelos, volvieron a sus hogares, algunos ayudados por un doctor inglés, Norman Bethme, que con su ambulancia trasladó a cientos de ciudadanos, muchos de ellos heridos a campamentos donde poder recuperarse y volver a sus casas, a expensas de las represalias que en la ciudad de Málaga se cobró más de veinte mil personas.
  El castigo que recibió mi pueblo nunca fue reconocido; su dolor fue acallado con el transcurrir del tiempo, pero la memoria permanece impresa como a fuego candente en la voz de sus descendientes, herederos del legado de una tragedia que no pretende abrir heridas. Sólo, mover conciencias. 

miércoles, 13 de marzo de 2013

HABEMUS PAPAM ¿ Y ?

  Después de ver las imágenes del nuevo pontífice saludando desde ese balcón ornamentado, en el majestuoso palacio que es la basílica de San Pedro; yo me pregunto....

  ¿Qué queda de la palabra, la lucha, el sufrimiento, la humildad, el sacrificio, la caridad y la bondad de aquella persona a la que ellos emulan; esa persona que echó a patadas a los vendedores del templo, ese predicador que maldecía la usura y condenaba a los ricos cerrándoles las puertas del cielo?.

  Empiezo a creer que el conocimiento que alberga mi sencilla cabeza, es demasiado simple, No tengo la capacidad suficiente para ver y mucho menos entender el verdadero significado de la frase de Jesús a Pedro, cuando le comunica que él será su iglesia.

 Mi escueta inteligencia me indica una continuidad en la palabra y en la acción; hablando en plata; que en la humildad y en la pobreza está el camino, pero los eruditos en el tema, por lo que se ve, van más allá; convierten hechos en encíclicas interminables y donde dije digo, digo Diego; y de un pesebre montamos el mejor negocio de este mundo, vendiendo paraísos a precios de saldo y luego que reclame el cliente si no se cumplen sus espectativas.

  En fin, como buenos borregos que siguen la voz de su amo, aquí estamos, felicitándonos por la buena noticia de un nuevo papa, o en todo caso, comentando la incipiente etapa de esta mal llamada iglesia. Y como yo no voy a ser menos, liderando de alguna manera el rebaño, felicitaré al nuevo jefe del estado Vaticano, deseándole un próspero papado y que su inmensa fortuna, no se vea menguada por la necesidad de algunos pocos.

  !!Viva el vino!!... Ah no.... !!Viva el papa!!
  

viernes, 8 de marzo de 2013

EL PRIVILEGIO DE SER MUJER

  Comienzo este relato, reafirmándome en su título. Ser mujer es un privilegio que te da la vida Te concede dones imposibles de describir; hace de ti un milagro constante; descontrola tu mente, haciendo que vueles a mundos insospechados, posando tus pies en la realidad, con una sonrisa cómplice.

  Y como en cualquier concurso televisivo....
  !! Hasta aquí puedo leer !!

Es curioso como un modelo de lucidez, imaginación, cordura, sensatez, creatividad y mil adjetivos más que van unidos a nuestra condición de mujer, den paso a la permanente inseguridad del que depende siempre del prójimo.

  Nacer mujer, trae implícito el sentirse sierva, si no criada. Se nos educa en esa permanente minoría de edad, en la que pedir permiso no es educación, es obligación. El rol de madre no se acepta, se impone. Tener iniciativa no es una virtud, es osadía.

Supongo que al leer esto pensareis que ando equivocada; pero no; esto lo sintieron nuestras madres, abuelas, todas las mujeres que durante generaciones lucharon para que sus hijas pudieran elegir.

Elegir una profesión, una maternidad, una independencia. El no tener que justificar cada paso que avanzaban.

Y hoy, después de tanto sufrimiento, tantas torturas, tantos desencuentros. Después de tener la libertad en nuestras manos, intentan decirnos ( ya sabemos quienes.. ) que andábamos equivocadas, que nuestra libertad no está en decidir. Nos engañan manipulando encuestas sobre maltratos, abogando a la maledicencia innata de nuestro sexo.

  Y aunque nuestra sociedad vuelve la espalda, recrimina y desprecia a quienes pretenden confundirnos, en este pequeño planeta en el que vivimos, hay lugares en los que el simple hecho de levantar la voz, es un delito.

  Hoy es el día de la mujer " trabajadora "; curiosa denominación. Ser madre, limpiadora, psicóloga, maestra, cocinera, enfermera, animadora, economista, relaciones públicas y mil cosas más, sin retribución alguna... no es trabajo. Ironías de la vida.

  Pero no voy a desviar el tema. Hoy, día de la mujer ( sin diferencias, ni condición ).

  Levanto mi voz para dar clamor a quien la sociedad amordaza.

  Levanto mis manos para dar apoyo a quien la sociedad humilla.

  Levanto mi frente para dar dignidad a quien la sociedad se la niega.

  Por todas la mujeres de ayer, hoy y siempre...

  




miércoles, 23 de enero de 2013

RUMORES

Rumores, allá de donde llegan los sonidos, solo escucho rumores.

Rumores de crisis que obligan a exprimir a un pueblo, ahogándolo sin remordimiento alguno por pagar una deuda.

Rumores de injusticia, acallando las voces que protestan, subiendo tasas, bajando derechos; esgrimiendo discursos populistas, justificando mentiras con miedos.

Rumores de desprecio, desdeñando la igualdad en la enseñanza.

Rumores de tuppers, en comedores que cierran por la ausencia de becas que alivian la miseria y el hambre de nuestros niños.

Rumores de libros cerrados, con mordazas que limitan la educación a unos pocos hijos de padres pudientes, exentos de buenas notas para gozar del derecho a una carrera.

Rumores de sanidad limitada, cerrada para quien no cotiza; inmigrantes, parados, divorciadas; personas que no interesan, despojos de una sociedad que empezó a tener preferencias.

Rumores de corrupción y desfalco, sonidos de comisiones encubiertas; ladrones con máscaras de políticos, charlatanes que engañan sin decencia.

Rumores con olor a incienso, que levantan sus voces hacia el distinto, se rasgan las vestiduras ante el derecho y callan como putas las injusticias.

Rumores de desidia, desahucios y mentiras, que envuelven las ideas de la gente; limitan, obstruyen los pensamientos, dejando áridos los proyectos de futuro.

Rumores que silenciar de cualquier modo.

Rumores que convertir en susurros.

Rumores que hacer callar ante los gritos.

Rumores que mueran sin descendencia.

jueves, 3 de enero de 2013

CARTA A LOS REYES (MAGOS)

Quiero un mundo que no llore a sus mujeres
Un mundo, que no le niegue el pan al hambriento
Que cuide la salud de sus hijos
Y que enseñe con igualdad a su pueblo.

Quiero un mundo que no impida pedir el sustento
Un mundo, que no quite a la mujer sus derechos
Que de la justicia no haga un negocio
Y que asegure a la gente, su techo.

Quiero un mundo al que no le repriman
Un mundo que no juzgue por lo que eres
Que abra sus puertas al oprimido
Y sepa compartir con el que no tiene.

Quiero un mundo que rece en mil idiomas
Un mundo al que le agrade el diferente
Que los gustos y cantos tiendan al infinito
Y los dioses se unan para entenderse.

Quiero un mundo en que los ricos no existan
Un mundo al que se cuide como un hijo
Que se respete y mantenga sin dañarlo
Y la vida fluya con sigilo.

Quiero risas
Quiero abrazos
Quiero que amar no sea pecado
Quiero que se callen los charlatanes
Que nos dejen tomar el mando
Que se vayan y que no vuelvan
Que vivamos sin sobresaltos

Un mundo mejor.... no pido mucho

Un mundo feliz.... sin desencantos!!!!!!!!