miércoles, 21 de agosto de 2019

EL FINAL DE UNA ERA



                                                      EL FINAL DE UNA ERA




Llamemos las cosas por su nombre, somos la podredumbre de este planeta. El egoísmo nos devora hasta las entrañas y nos nubla la razón, hasta dejarnos ciegos y sordos ante la realidad.
Señores, el mundo se va a pique. Hemos agotado sus recursos y seguimos insistiendo rebañando ese último resquicio de vida anterior. 

Las noticias se hacen eco de catástrofes, hambrunas, epidemias, incendios, sequías, inundaciones, contaminación..... y nosotros asintiendo desde nuestros sillones, con ese aire de resignación apabullante, comiendonos ese bocata con aceites de palma rellenos de cadáveres que no han conocido otra cosa que el dolor y la cárcel de sus jaulas.

Vamos a nuestros supermercados a comprar esas verduras envueltas en esos recipientes plásticos que tan bonitos e higiénicos nos parecen.

Seguimos protestando porque nos obligan a no coger nuestros vehículos en las ciudades porque es muy molesto compartir los servicios públicos. !Hasta ahí podíamos llegar!

Continuamos de fiesta y jolgorio mientras en la otra parte de la ciudad se queman nuestros pulmones verdes, mientras que no me afecte, no importa.

Vemos a personas que protestan e intentan que abramos los ojos a la realidad y los miramos con ese desprecio del que piensa que es superior en moralidad y condición.

Nos jactamos de ser religiosos y caritativos, en cualquier ideología, es lo mismo, dando esa limosna o diezmo al que mendiga, pero eso si, que no me molesten, que no vengan a decirme que su situación es culpa de esa sangría de siglos a sus países de origen.

Hacemos del sufrimiento y la muerte una fiesta, llevamos grabados a fuego en los genes ese placer de circo romano disfrutando ante el color de la sangre y los lamentos de dolor.

Todo es negocio, señores, hasta la destrucción de nuestro hogar. Seguro habrá quien se esté frotando las manos ante este holocausto inminente. Donde hay destrucción, hay posibilidades de hacer muuuuucho dinero y poder. Donde hay destrucción se acaba el derecho a la igualdad y el libre pensamiento. Se acerca una época de oscurantismo que me rio yo de la Edad Media, iros preparando.

Y si, esto es un tirón de orejas al que está viendo esa relidad inminente y no hace nada, pero en su fuero interno sabe que está mal. Yo admito mi mea culpa y no prometo, me pongo a ello para aportar ese pequeño grano de arena que impida a los poderosos cumplir su plan. Prometo ser esa pulga molesta que te recuerda constantemente que está ahí.

Voy a intentar ser ese Pepito Grillo de tu conciencia y a proponeros pequeños pasos para evitar esta catástrofe. Necesito vuestra ayuda silenciosa o no, me da igual, pero luchad por nuestra casa, no hay otra, cambiemos nuestras rutinas, cambiemos nuestra forma de comprar, nuestra forma de alimentarnos. Exijamos a los gobernantes que cumplan sus promesas con el medio ambiente, que no quede como siempre todo en agua de borrajas.
Luchemos por el futuro de nuestros hijos, es lo que podemos darles en herencia, un mundo mejor. Y no perdamos la esperanza de que todos juntos podemos cambiar esto. Ellos no pueden contra la razón y la verdad.

Empecemos con un primer paso, se acabaron los alimentos embalados en plástico, rechacemos todo lo que nos ofrezcan en materiales altamente contaminantes, nada de cubertería de usar y tirar, platos de plástico, tuppers y sobre todo pajitas. Las latas no se vuelven a usar, pero el vidrio si, así que las cervezas en botellas, saben mejor y contaminan menos. Y ya buscaremos una opción saludable para la leche y derivados, seguro que la hay.
Espero tu apoyo y respuesta.

martes, 15 de septiembre de 2015

DEJADME VIVIR



                                   
 DEJADME VIVIR

Dejadme vivir tranquila
Sin prejuicios.  obligaciones
Sin miedos y sin presiones
Desnuda como vine al mundo
Cubierta de sueños, de  ilusiones

Dejadme vivir tranquila
Sin abalorios, maquillajes
Perderme en esos paisajes
Que la vida me brinda
La copa en alto, henchida de orgullo

Dejadme vivir tranquila
Sin seguir pasos de nadie
Acompañar a los que quiero
Con ritmo firme
Decidida, protectora, maestra

Dejadme vivir tranquila
Sin ahogar mi voz en el trayecto
Sin pensar a quien molesta mi lamento
Mis ideas, convicciones, mis verdades
absolutas o incoherentes, pero mias

Dejadme vivir tranquila
Que me embriague de tu olor y tu deseo
Que se muera de envidia el firmamento
Y lloren sus estrellas mi presencia
inalcanzable, etérea, oculta a las miradas

Dejadme vivir tranquila
Sin mordazas, sumisiones
Plena, absoluta, rebelde
Libre como vine al mundo
Solo contigo, compañero...

lunes, 18 de mayo de 2015

HABÍA UNA VEZ UN CIRCO

HABÍA UNA VEZ UN CIRCO


  Comienzo este escrito acompañando el pensamiento con sones lejanos que rememoran al circo.

  No hay mas que asomar los hocicos al mediático mundo político, para ver las cabriolas y equilibrios que se gastan en mítines y salidas para relacionarse con la casta del populacho ( perdón por lo de casta, pero en su acepción de pureza e ingenuidad, me viene al pelo).

  Nunca pensé que un grupo de saltimbanquis y charlatanes de feria podrían embaucar e idiotizar a tanta gente, sin olvidar a esos pretendientes a Operación Triunfo que hieren nuestros ojos y oídos con sus danzas y canciones rituales intentando llevarnos al huerto; mejor dicho, su huerto; lleno de promesas e ilusiones cual dádiva presta a solucionar nuestros anhelos.

  Sigamos con las fieras disfrazadas de conejitos que esconden sus dientes para enseñarlos en sus propios conflictos legales, digamos de intereses económicos o de poder. Nada más indignante que recriminar a una lideresa, donde puede o debe aparcar. ¡Hasta aquí podemos llegar!

  Llegó el momento de la magia, prestidigitadores de la palabra y los sentidos. Nadie maneja el engaño como sus excelentísimas señorías, ya que convertir la realidad en pura ilusión óptica haciendo desaparecer en un momento años de penurias, abusos de autoridad, mordazas a la protesta, desahucios, criminalizar las reuniones pacíficas, desmantelar la cultura, la sanidad, engañar con preferentes. Gurtel, Eres…. Sólo los buenos magos saben como hacer para que miren a otro lado cuando esconden sus cartas y nosotros ¡Oh, simples mortales, caemos una y otra vez!

  Y como colofón a este circo, ya de muchas pistas, aplaudimos para recibir a los payasos, disfrazados de dulces e inocentes personajes que esconden tras sus maquillajes, discursos ridículos de salvación y cambio. Reímos con ellos sus desplantes. Aplaudimos hasta que duelen las manos sus sandeces. Y vitoreamos hasta el éxtasis sus descalificaciones.

Como decía Don Quijote:

  La falsedad tiene alas y vuela, y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gentes se dan cuenta del engaño ya es demasiado tarde.

  Por desgracia 400 años no es nada para aprender de la experiencia.



viernes, 9 de enero de 2015

PALABRAS

Terso el cariz de las palabras que dice siempre el amigo.

Firme, sereno, enjuto;  sin adornos ni abalorios,  cual piel que viste el olvido.

Compañeras de deseos,  trémula de esperanza y consuelos imposibles.

Desnudas,  claras, mundanas; amantes de una caricia,  esposas de una mirada.

Vencen al tiempo y al hombre,  perdurando a su destino.

Enraizadas,  envolventes, curativas; semillero de verdades, muestrario de nuestra vida.

Palabras, son solo palabras; vestidas de mil maneras, maquilladas de cariño.

Dichas por quien te aprecia no son letras, son latidos.

De un corazón ardiente que te quiere... COMO AMIGO!!

jueves, 9 de octubre de 2014

PANDEMIA


Ante la avalancha informativa que tuvimos el día de ayer, no cabe más que hablar un poco sobre ello. Desde luego, hablo con la razón y un poco influenciada por los sentimientos de rabia e impotencia que me embargan.

Hay en los medios, múltiples críticas sobre la actitud de mucha gente por el sacrificio de Excálibur, el perro de la enfermera infectada por el virus del ébola. Es obvio, que mi opinión les va a importar un comino al personal, pero como este blog es mío y en él pongo lo que creo que es importante para mi persona y el público que me sigue, ahí va mi exposición.

Ayer murieron en África 121 personas por el virus, nadie habló de ello, pasó ante los medios de información de puntillas y todo se centró en lo que importa, que no nos llegue esta pandemia y que se erradique de la forma que sea; si hay que sacrificar un perro, que se sacrifique, lástima que esté mal visto hacerlo con un ser humano, si no, otro gallo cantaría.

Aquí, todos se dedican a quitarse de encima las culpas, veo en el televisor sus caras descompuestas, excusando sus actuaciones, improvisando mentiras, sacudiéndose las acusaciones como si de un escupitajo mal echado les hubiese caído en sus personas y sigo sin escuchar una sola palabra de disculpa, una frase en la que admitan su error y que transmitan al personal un poco de sentido común y humildad.

En un país en el que lancear toros, tirar cabras de campanarios y atar patos y gallos a las cucañas está al orden del día, era de cajón que la única salida que vieran para tratar el molesto asunto del perro fuera su sacrificio; ya se sabe el dicho “Muerto el perro, se acabó……” lo malo, es que aquí lo único que acaba, son años de amor y compañía con un ser que es más que un animal, es uno más de la familia. Pero claro, un gobierno que niega las tarjetas sanitarias a los más necesitados, se dedica a erradicar las ayudas a los dependientes, se cree que con cintas carroceras en las mangas van a parar lo que en África llevan décadas de lucha; va a tener un mínimo de sentido común y dedicar un poco del presupuesto a evaluar el posible contagio del animal, andamos apañados.

Culpables… Pufff, pongámonos todos. El primero este cutre salchichero presidente del gobierno que para darse bombo ante el mundo, dando un espectáculo mediocre de estar por encima del miedo y la cordura, consiente traer a dos infectados del peor virus que existe, en vez de mandar a la zona y así evitar la posible propagación de este, a algún experto para tratar a los enfermos “in situ”.

 La segunda, esta impresentable ministra de sanidad, a la que yo denominaría de insalubridad, por haber permitido este traslado. Por no haber tomado las medidas adecuadas. Por no haber sopesado las consecuencias. Por no haber previsto lo que nos ha  caído. Tal vez estaba demasiado ocupada comprando serpentinas para celebrar los logros de su gestión.

 Y por no alargarme en este decálogo de equivocaciones, vamos a ponernos todos. Por haber consentido este traslado. Por no haber luchado con todas nuestras fuerzas y nuestros políticos en la oposición deberían haber puesto un poco más de hincapié en impedir esta sinrazón.

 Y ahora se echan campanas al vuelo con una posible vacuna en la que están involucradas unas cuantas compañías farmacéuticas que no han querido sacar su nombre a relucir, no sé porqué será, y que estoy segura estarán frotándose las manos sus accionistas. La pena que me embarga es ver cómo las pandemias en el tercer mundo no les importa a nadie y cuando vemos que puede afectarnos en nuestros dominios, toda la maquinaria para frenarla y erradicarla se pone en marcha.


Cinco minutos de silencio por un pobre perro que no tenía culpa de nada y un mirar hacia otro lado por un continente que muere por la dejadez, la contaminación, las hambrunas, el robo de sus riquezas naturales por las grandes multinacionales, las guerras…. Pero eso sí, que no salten nuestras vallas, que la miseria, las enfermedades y el hambre no cruce nuestras fronteras.

martes, 16 de septiembre de 2014

EN QUÉ MOMENTO

  Estoy intentando recordar en qué momento perdimos la inocencia, la naturalidad y el derecho a tenerla.

  En qué momento los encuentros en tu plaza de toda la vida, en la que jugaste de niña, en la que te robaron el primer beso; la misma a la que acudías para protestar y celebrar un acontecimiento....

  Pasaron a ser delito.

  En qué momento, los paseos por la playa al amanecer acompañada de tu amigo de cuatro patas; las canciones alrededor de una fogata, guitarra en mano, desafinando la espontaneidad y la razón de la juventud; los sueños resguardados por el vaivén de las olas....

  Pasaron a ser delito.

  En qué momento, el derecho a vivir, a buscarse la vida; prestar un servicio y cobrar por él; trabajar sin declarar lo percibido, ya que cotizar a la Seguridad Social conlleva un coste abusivo y excesivo para quien hace un par de chapuzas al mes y debe alimentar una familia....

  Pasaron a ser delito.

  En qué momento consentimos a los bancos arruinar nuestras vidas y nuestros sueños; les dejamos echarnos de nuestros hogares e hicieron de nuestras calles sus dominios, prohibiendo acampar en ellas, desplazando tu desgracia al extrarradio, donde las miradas no llegan, donde las penas se esconden y protestar, denunciar y exhibir tus miserias....

  Pasaron a ser delito.

  En qué momento él dinero acaparó la libertad.

  En qué momento consentimos amordazar él progreso.

  En qué momento dejamos que pisotearan nuestro recuerdo.

  En qué momento los sueños dejaron de ser posibles.

  En qué momento él ladrón pasó a ser político.

  En qué momento la usura dominó los mercados.

  En qué momento las desgracias de muchos se convirtieron en la panacea de unos pocos.

  En qué momento él delito... Dejó de serlo.

 

lunes, 8 de septiembre de 2014

CAMBIEMOS LAS FORMAS

 Estoy leyendo la prensa y detecto por activa y por pasiva una auténtica ausencia de cordura en las noticias. Denuncian con grandes aspavientos la supuesta invasión en nuestras costas de una orbe de moros, cuchillo en mano, dispuestos a utilizarlos si nuestras bocas no emiten sonidos de renuncia al Cristianismo y recitan con verdadera fe la Shahada.

  Me hace recordar las historias que contaba mi padre cuando en la guerra civil la gente huía despavorida cuando amenazaban con la llegada de los moros. Esto no hace más que confirmarme la ausencia de cultura y conocimiento de las otras vidas que habitan al otro lado del charco.

  Confundir terroristas, asesinos, criminales, piratas, mercenarios y un sin fin de apelativos con personas que tienen como única misión en la vida, trabajar para mantener su familia, estudiar para ser algo o alguien en el futuro y llevar mejor o peor unos preceptos religiosos comparables a los de cualquier cristiano de a pie, es un atentado a la cordura y la paz en nuestros barrios.

  Ni siquiera se paran a analizar las criminales imágenes, no despejan dudas sobre las víctimas, musulmanes en su mayor parte, porque kurdos y cristianos han huido ante el inminente asedio.

  Todos somos el enemigo, TODOS, los extremismos sólo dan paso al odio. El paro, el hambre, la desesperación hace que te agarres a quien te tiende la mano en tu desgracia y esta mano suele venir acompañada de pequeñas permutas en tus ideas, de pequeños susurros en tus oídos que poco a poco horadan en tu dignidad y hacen del odio al diferente tu principal vía de escape.

  Ejemplos todos los que quieran, la ponzoña del odio hace mella en todas las culturas, ya sean milenarias como las de Grecia con su amanecer dorado que tiñe de sangre todo lo que toca, nuestro nuevo centro social ramiro de ledesma en el barrio de Tetuán, una zona en la que los inmigrantes siempre han vivido en plena cordialidad con sus vecinos, a los movimientos ultraconservadores islámicos que se instauran en barrios conflictivos como el Príncipe de Ceuta, ya que son los únicos que ofrecen ayudas y salidas a sus habitantes.

  Este es el truco, no hay otro, si evitásemos conflictos, si asegurásemos la sanidad, la comida, el calor en el invierno, los estudios a nuestros hijos, las necesidades primarias….

  Si diéramos seguridad, obtendríamos tranquilidad y gratitud.


  Empecemos a cambiar las formas y quien quiera tener su nombre propio con mayúsculas, que se lo gane.