jueves, 19 de abril de 2012

Y AHORA LA UNIVERSIDAD

Llevo un tiempo analizando los acontecimientos que me rodean y siento la desesperanza del que lo ha perdido todo, la impotencia de quien no encuentra salida y la tristeza del que no espera nada.
En esta semana, hemos llegado a la cúspide de la sinrazón. Me encuentro con copagos en medicamentos, proyectos de intervenciones a las autonomías, anuncios de subidas en las matrículas universitarias, intenciones de aumentar el número de alumnos en las aulas, retiradas de becas a estudiantes, un monarca que piensa que con una disculpa puede pasar página y que la ciudadanía deja de dar vueltas sobre como invierte el abultado presupuesto anual de que dispone.
No voy a entrar en polémicas de que hace el rey con su vida, cada cual lleve sobre sus espaldas el peso de su conciencia, pero que en estos momentos en que tantas familias están sufriendo porque no encuentran una salida a su desesperación...lo menos que se le pide a quien nos representa ante el mundo, es un poco de respeto a los ciudadanos y algo de mesura en su comportamiento.
Continuando con los despropósitos del gobierno, que en sus declaraciones absurdas y sin sentido, desmintiendo las promesas hechas, tocan lo que por derecho consiguió esta sociedad con mucho esfuerzo y no hablo del REPAGO, que esa es otra, hablo del tener opciones a ser alguien en la vida, el que los medios económicos no sean un muro infranqueable que impida llegar a metas soñadas, esa opción a poder pelear por un futuro en igualdad de condiciones.
Y señores, ese sueño, durante años realizado, pasa a ser una pesadilla para los jóvenes de clases más humildes.
Escucho que pretenden subir un 50% el precio de las matrículas, que el alumno, pague aproximadamente la mitad del coste de la carrera; en un país donde nadie, y lo digo por la banca, se va a dignar en dar un crédito como apuesta de futuro.
Esto no es una broma, ni un arreglo. Esto es despreciar a las clases medias, es negarles el derecho a una enseñanza completa, sin desigualdades. Vamos a vetar a futuros médicos, economistas, ingenieros, profesores.... solo por dinero, por el puto dinero.
Regocijense con sus leyes y decretos, revuélquense en la podredumbre de sus ideas, porque aunque ustedes vean la salvación en exprimir al populacho, piensen que estos son los que les votan y les pueden botar en un abrir y cerrar los ojos.
Así que analicen que de la "v" a la "b" solo difiere una rallita que está a punto de saltarse ante las escandalosas, injustas y desproporcionadas medidas que están tomando. Y servidora, no tendrá más que aplaudir las presiones, manifestaciones y protestas que ocasionen sus desastrosas imposiciones.

1 comentario:

  1. Mi muy estimada Nito, te va a saltar el corazón. Haces la competencia a mis andanadas. Y creo q eso es bueno. Te comprendo. Es un tema sensible. Pero no dejemos q los árboles nos impidan ver el bosque. Mantengamos el corazón caliente, pero la cabeza fría. hemos sembrado España de universidades y aeropuertos y ni unas ni otros nos sirven de gran cosa. Tenemos la peor enseñanza de Europa y no nos sale nada barata. Es necesario optimizar recursos y sobre todo resultados.

    Hay que becar alumnos cuyas familias no dispongan de recursos. Pero no nos podemos permitir becar a ceporros, sean ricos o pobres. Cada alumno nos cuesta un montón de dinero. Ese dinero hay que rentabilizarlo sobre un nivel mínimo de formación. Y no todos los alumnos dan ese nivel. No todos los jóvenes pueden ser universitarios. No seamos clasistas y equiparemos la dignidad de un fontanero o carpintero, con la de un médico o arquitecto.

    La pesoe ha destrozado España, pero sobre todo la enseñanza y la sanidad, al sostenerla a base de millones sin control ni gestión. Las ha convertido en nido de chorizos, omisos, corruptos, agitadores e indolentes, con resultados muy inferiores a los mínimos. Un auténtico agujero negro para los PGE, y una montaña de títulos, en su mayoría solo útiles para papel toilette. Eso hay que acabarlo. Hay que eliminar despilfarro y corruptos, y mejorar los rendimientos y resultados, optimizando recursos. Y hay que hacerlo de la única manera posible: el que vale vale y el que no a otra cosa. Sea alumno, profesor, catedrático o la señora de la limpieza.

    Meter la mano en la mísera economía de los jubilados me parece un robo repugnante. Sobre todo cuando se distraen muchos millones en subvencionar a lobbies, inútiles, corruptos y extorsionadores.

    Un abrazo

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