viernes, 9 de marzo de 2012

ESPEJISMOS

Estoy cansada, aburrida; mire a donde mire; siempre encuentro lo mismo. Nuestras preocupaciones se han limitado a ver quien consigue ganar las próximas elecciones, y la verdad, ver tantos comentarios, dar tantas vueltas al mismo tema, te hace desesperar.
Yo misma caigo en la trampa de la indignación ante los atropellos del nuevo gobierno, levanto la voz como cualquiera de vosotros y mi enfado nubla la visión de la realidad. Pero analizando lo que está sucediendo, y  francamente, quiero equivocarme; tengo la impresión de que todas estas leyes que se derogan, todas estas nuevas reformas laborales, todos estos recortes que hacen que alcemos la voz al unísono con tanta fuerza, está haciendo que desviemos la mirada y no veamos lo que realmente está sucediendo.
No nos estamos fijando en las grandes partidas a los bancos, ni en la recalificación de terrenos, hemos desatendido los cambios en la ley de costas, las nuevas licencias mineras, la derogación de muchos espacios protegidos, la retirada de ayudas a las energías limpias, el abandono de las ayudas a la dependencia, así como los cierres de centros para toxicómanos, maltratadas, inmigrantes y un largo etc
No quiero decir con esto que la educación y la sanidad no sean importantes, que lo son y mucho, quizás más que lo que he nombrado en estas líneas, pero que con todas las privatizaciones y cambios que están haciendo casi a escondidas, sin bombo y platillo, nos van a hacer mucho más daño que con lo otro, porque las leyes se pueden cambiar y se pueden restaurar, pero los bosques, las playas y el aire puro, eso es muy difícil de recuperar, lo que se pierde queda en el recuerdo, y eso si que no lo tenemos que permitir.
Por lo que yo pediría a todos que nos fijemos más en lo que nos rodea, en los cambios que se presenten, para denunciarlos e intentar poner remedio antes de que sea demasiado tarde.
Y por último, unirnos todos para que dejen de inyectar dinero a la banca y que lo empleen en ayudas a los pequeños empresarios, a los autónomos, en liquidar los impagos que tienen y en crear una caja de ahorros pública que proporcione pequeños créditos a un bajo interés para que quien lo necesite tenga donde acudir para salir a flote, que empiece a circular el dinero y se reactive la economía.
Lo digo desde el punto de vista de una persona que sin entender de economía, ni tan siquiera de política, ve con claridad los pasos que hay que seguir para salir de esta trampa que llamamos crisis.

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