Hoy, solo publicar un poema a mi padre.
Abrimos los ojos al tiempo
perdidos hasta ahora en el camino
trayecto imperfecto, seres dormidos
mecidos sin quererlo por el viento.
Volvemos por los pasos recorridos
intentando recordar los pensamientos
agarrarnos sin pensar a los cimientos
de esos tiempos, pasados, ya vividos.
Susurros envuelven los lamentos
por errores, a veces cometidos
siempre, los pecados consentidos
buscan el perdón en los recuerdos.
Caricias de ese tiempo prometido
pasado ya, sin rumbo, ese momento
fundido, como no, en el firmamento
con ese amor, final, correspondido.
Va por ti, papa, allá donde estés, feliz día.
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