Nunca nos sentamos en una terraza para compartir un café, ni fuimos al cine a ver alguna película, por supuesto nunca nos abrazamos buscando consuelo o simplemente apoyo y sin embargo nos sentimos unidas en la distancia.
¿Por qué hablo hoy de esto?, porque necesito decir al mundo que donde nunca pensamos encontrar nada puede hallarse un tesoro. Yo, encontré el mio, una gran amistad, la persona a la que puedes comentar lo que sea sin tapujos, que me entiende, que me tiende su ayuda en mis líos y aprecia cada frase que le digo, por muy absurda que sea.
Ahora sé que está pasando una mala racha, una de tantas, como ella diría, un escollo difícil de sortear, pero quiero decirle que hay mucha gente a la que le importan sus problemas, entre las que me encuentro, que el mundo no es justo, pero que hay que buscar nuestra propia justicia; que los que nos hacen daño, no valen la pena y que la felicidad aunque se vea lejana, puede alcanzarse.
Hoy, no hago un blog, es una carta, una carta de amistad, comprensión, apoyo, agradecimiento, abrazo, ternura y amor.
Va por ti, amiga....
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